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OTRAS CAUSAS. GINÉS RECHE





OTRAS CAUSAS

Hay quien asevera que el poeta siempre escribe el mismo libro desde ópticas y tiempos distintos. También que todo está descubierto en el lenguaje poético y que las temáticas son siempre las mismas. Puede que tanto una como otra opinión tengan su parte de razón. No obstante, lo que debe tenerse en cuenta a la hora de enfrascarse en la lectura de un libro de poemas son, evidentemente, la temática por una parte y el lenguaje por otra. La reflexión del poeta, su hondura poética, esa que es capaz de emocionar al lector, de conmoverlo hasta producirle esa especie de temblor interior, de sacudida interna, si se quiere, por qué no decirlo, de desmayo, de éxtasis. El caso que nos ocupa logra combinar los ingredientes necesarios para que el lector sienta, si no el todo, sí parte de lo expresado en líneas anteriores. Se trata del poemario “Otras causas”, del cual es autor el poeta almeriense, natural de Oria, Ginés Reche (1960). Desde su primera entrega “Huésped extraño”, libro con el que obtuvo el poeta oretano el premio Benito de Lucas en el año 2006, hasta este “Otras causas” han transcurrido exactamente diez años, tiempo suficiente para amasar la experiencia necesaria y el conocimiento en esa búsqueda constante de la palabra poética. Si bien es cierto que el origen, la razón existencial de este poemario es el amor, quizá convenga indagar en las otras causas que hacen que la mirada del poeta se detenga en sus distintas formas de seducción o rechazo para comprender –comprenderse- mejor el mundo que le rodea, su universo interior. 

 «Vivir en los ojos»«Abrir la mañana», escribe el poeta al comienzo de este libro, en ese deseo de auscultar la realidad y someterse a los destinos de la palabra amorosa. El poeta se prepara para ese viaje al abismo de los cuerpos que se aman y se desean: «Todo dispuesto / para desearte”, y así recorre la geografía amorosa como si fuera un mapa: «Descubrir el cuerpo como en un mapa». 

Discurre el poeta por la frontera del deseo y el desengaño, de la derrota asumida tal vez como parte de un tiempo pasado, o presente, quizá futuro: «El tiempo derrumba / la casa de los verbos», dice el poeta, pero ¿cuáles son esos verbos, vivir, amar, soñar? Reche ha madurado con el paso de los años, su discurso poético es hondo, reflexivo, porque ha aprendido a modelar la palabra como si fuera un alfarero, y sabe muy bien que sólo el amor puede devolver al hombre la esperanza. El poeta se deja seducir por la palabra que revolotea continuamente en su memoria, y se hace tacto en las manos o sueño en las noches. Los cuerpos se acercan para sentirse uno solo, en comunión perfecta, ayuntamiento único en la entrega amorosa. Él conoce de las causas, del origen y también de los daños colaterales, porque el amor es como un bebedizo alucinógeno que se bebe en tragos cortos, de ahí la brevedad de los versos, coincidente en este sentido con su poemario anterior y que tan bien resumió el poeta Benito de Lucas: «la composición de los poemas, todos de arte menor, en una estructura casi minimalista, que sea apoya en la economía del lenguaje y, a veces, en el silencio como complemento de la expresividad».

El poeta desnuda a la palabra de toda máscara y la muestra en su esencia de nombre, adjetivo o verbo, y en un juego mágico de mezcolanzas construye un hermoso lugar, un paraíso propio: «Bebiéndote / sufrí la sed». Consigue así Ginés Reche la sensación de universo y singularidad abarcadora desde la reiterada   meditación. No hay remedio para esa su insaciable sed de vida en el amor y la poesía. El poema “A crédito”, incluido en este volumen, representa esa realidad economicista que bien trata el poeta y amolda a su lenguaje contable: 

«Después 
/ de hipotecado nuestro amor, 
/ mucha letra pequeña 
/ y poco olvido.
 / Nos amábamos 
/ en cómodos y cortos plazos, 
/ ligeramente a crédito».

 Pero el poeta, incansable, va del pasado al presente, de norte a sur buscando su destino en un mapa imaginario o soñado. El amor y sus naufragios, los silencios secretos y callados de estos versos breves, a veces casi aforísticos, como si el poeta pretendiera resumir, extractar o cifrar los mensajes, las imágenes o las metáforas, dejándolas al albur del lector. “Otras causas” es un poemario acertado en la forma y el fondo, vivo reflejo de la voz poética en alza de Ginés Reche.

Título: Otras causas
Autor/a: Ginés Reche
Edita: Ediciones En Huida (Sevilla, 2016)




OTRAS CAUSAS. GINÉS RECHE





OTRAS CAUSAS


Hay quien asevera que el poeta siempre escribe el mismo libro desde ópticas y tiempos distintos. También que todo está descubierto en el lenguaje poético y que las temáticas son siempre las mismas. Puede que tanto una como otra opinión tengan su parte de razón. No obstante, lo que debe tenerse en cuenta a la hora de enfrascarse en la lectura de un libro de poemas son, evidentemente, la temática por una parte y el lenguaje por otra. La reflexión del poeta, su hondura poética, esa que es capaz de emocionar al lector, de conmoverlo hasta producirle esa especie de temblor interior, de sacudida interna, si se quiere, por qué no decirlo, de desmayo, de éxtasis. El caso que nos ocupa logra combinar los ingredientes necesarios para que el lector sienta, si no el todo, sí parte de lo expresado en líneas anteriores. Se trata del poemario “Otras causas”, del cual es autor el poeta almeriense, natural de Oria, Ginés Reche (1960). Desde su primera entrega “Huésped extraño”, libro con el que obtuvo el poeta oretano el premio Benito de Lucas en el año 2006, hasta este “Otras causas” han transcurrido exactamente diez años, tiempo suficiente para amasar la experiencia necesaria y el conocimiento en esa búsqueda constante de la palabra poética. Si bien es cierto que el origen, la razón existencial de este poemario es el amor, quizá convenga indagar en las otras causas que hacen que la mirada del poeta se detenga en sus distintas formas de seducción o rechazo para comprender –comprenderse- mejor el mundo que le rodea, su universo interior. 

 «Vivir en los ojos», «Abrir la mañana», escribe el poeta al comienzo de este libro, en ese deseo de auscultar la realidad y someterse a los destinos de la palabra amorosa. El poeta se prepara para ese viaje al abismo de los cuerpos que se aman y se desean: «Todo dispuesto / para desearte”, y así recorre la geografía amorosa como si fuera un mapa: «Descubrir el cuerpo como en un mapa». 

Discurre el poeta por la frontera del deseo y el desengaño, de la derrota asumida tal vez como parte de un tiempo pasado, o presente, quizá futuro: «El tiempo derrumba / la casa de los verbos», dice el poeta, pero ¿cuáles son esos verbos, vivir, amar, soñar? Reche ha madurado con el paso de los años, su discurso poético es hondo, reflexivo, porque ha aprendido a modelar la palabra como si fuera un alfarero, y sabe muy bien que sólo el amor puede devolver al hombre la esperanza. El poeta se deja seducir por la palabra que revolotea continuamente en su memoria, y se hace tacto en las manos o sueño en las noches. Los cuerpos se acercan para sentirse uno solo, en comunión perfecta, ayuntamiento único en la entrega amorosa. Él conoce de las causas, del origen y también de los daños colaterales, porque el amor es como un bebedizo alucinógeno que se bebe en tragos cortos, de ahí la brevedad de los versos, coincidente en este sentido con su poemario anterior y que tan bien resumió el poeta Benito de Lucas: «la composición de los poemas, todos de arte menor, en una estructura casi minimalista, que sea apoya en la economía del lenguaje y, a veces, en el silencio como complemento de la expresividad».

El poeta desnuda a la palabra de toda máscara y la muestra en su esencia de nombre, adjetivo o verbo, y en un juego mágico de mezcolanzas construye un hermoso lugar, un paraíso propio: «Bebiéndote / sufrí la sed». Consigue así Ginés Reche la sensación de universo y singularidad abarcadora desde la reiterada meditación. No hay remedio para esa su insaciable sed de vida en el amor y la poesía. El poema “A crédito”, incluido en este volumen, representa esa realidad economicista que bien trata el poeta y amolda a su lenguaje contable: 

«Después 
/ de hipotecado nuestro amor, 
/ mucha letra pequeña 
/ y poco olvido.
 / Nos amábamos 
/ en cómodos y cortos plazos, 
/ ligeramente a crédito».

 Pero el poeta, incansable, va del pasado al presente, de norte a sur buscando su destino en un mapa imaginario o soñado. El amor y sus naufragios, los silencios secretos y callados de estos versos breves, a veces casi aforísticos, como si el poeta pretendiera resumir, extractar o cifrar los mensajes, las imágenes o las metáforas, dejándolas al albur del lector. “Otras causas” es un poemario acertado en la forma y el fondo, vivo reflejo de la voz poética en alza de Ginés Reche.

Título: Otras causas
Autor/a: Ginés Reche
Edita: Ediciones En Huida (Sevilla, 2016)




OTRAS CAUSAS. GINÉS RECHE





OTRAS CAUSAS


Hay quien asevera que el poeta siempre escribe el mismo libro desde ópticas y tiempos distintos. También que todo está descubierto en el lenguaje poético y que las temáticas son siempre las mismas. Puede que tanto una como otra opinión tengan su parte de razón. No obstante, lo que debe tenerse en cuenta a la hora de enfrascarse en la lectura de un libro de poemas son, evidentemente, la temática por una parte y el lenguaje por otra. La reflexión del poeta, su hondura poética, esa que es capaz de emocionar al lector, de conmoverlo hasta producirle esa especie de temblor interior, de sacudida interna, si se quiere, por qué no decirlo, de desmayo, de éxtasis. El caso que nos ocupa logra combinar los ingredientes necesarios para que el lector sienta, si no el todo, sí parte de lo expresado en líneas anteriores. Se trata del poemario “Otras causas”, del cual es autor el poeta almeriense, natural de Oria, Ginés Reche (1960). Desde su primera entrega “Huésped extraño”, libro con el que obtuvo el poeta oretano el premio Benito de Lucas en el año 2006, hasta este “Otras causas” han transcurrido exactamente diez años, tiempo suficiente para amasar la experiencia necesaria y el conocimiento en esa búsqueda constante de la palabra poética. Si bien es cierto que el origen, la razón existencial de este poemario es el amor, quizá convenga indagar en las otras causas que hacen que la mirada del poeta se detenga en sus distintas formas de seducción o rechazo para comprender –comprenderse- mejor el mundo que le rodea, su universo interior. 

 «Vivir en los ojos», «Abrir la mañana», escribe el poeta al comienzo de este libro, en ese deseo de auscultar la realidad y someterse a los destinos de la palabra amorosa. El poeta se prepara para ese viaje al abismo de los cuerpos que se aman y se desean: «Todo dispuesto / para desearte”, y así recorre la geografía amorosa como si fuera un mapa: «Descubrir el cuerpo como en un mapa». 

Discurre el poeta por la frontera del deseo y el desengaño, de la derrota asumida tal vez como parte de un tiempo pasado, o presente, quizá futuro: «El tiempo derrumba / la casa de los verbos», dice el poeta, pero ¿cuáles son esos verbos, vivir, amar, soñar? Reche ha madurado con el paso de los años, su discurso poético es hondo, reflexivo, porque ha aprendido a modelar la palabra como si fuera un alfarero, y sabe muy bien que sólo el amor puede devolver al hombre la esperanza. El poeta se deja seducir por la palabra que revolotea continuamente en su memoria, y se hace tacto en las manos o sueño en las noches. Los cuerpos se acercan para sentirse uno solo, en comunión perfecta, ayuntamiento único en la entrega amorosa. Él conoce de las causas, del origen y también de los daños colaterales, porque el amor es como un bebedizo alucinógeno que se bebe en tragos cortos, de ahí la brevedad de los versos, coincidente en este sentido con su poemario anterior y que tan bien resumió el poeta Benito de Lucas: «la composición de los poemas, todos de arte menor, en una estructura casi minimalista, que sea apoya en la economía del lenguaje y, a veces, en el silencio como complemento de la expresividad».

El poeta desnuda a la palabra de toda máscara y la muestra en su esencia de nombre, adjetivo o verbo, y en un juego mágico de mezcolanzas construye un hermoso lugar, un paraíso propio: «Bebiéndote / sufrí la sed». Consigue así Ginés Reche la sensación de universo y singularidad abarcadora desde la reiterada meditación. No hay remedio para esa su insaciable sed de vida en el amor y la poesía. El poema “A crédito”, incluido en este volumen, representa esa realidad economicista que bien trata el poeta y amolda a su lenguaje contable: 

«Después 
/ de hipotecado nuestro amor, 
/ mucha letra pequeña 
/ y poco olvido.
 / Nos amábamos 
/ en cómodos y cortos plazos, 
/ ligeramente a crédito».

 Pero el poeta, incansable, va del pasado al presente, de norte a sur buscando su destino en un mapa imaginario o soñado. El amor y sus naufragios, los silencios secretos y callados de estos versos breves, a veces casi aforísticos, como si el poeta pretendiera resumir, extractar o cifrar los mensajes, las imágenes o las metáforas, dejándolas al albur del lector. “Otras causas” es un poemario acertado en la forma y el fondo, vivo reflejo de la voz poética en alza de Ginés Reche.

Título: Otras causas
Autor/a: Ginés Reche
Edita: Ediciones En Huida (Sevilla, 2016)